La frittata es un plato clásico de la cocina italiana que se ha convertido en un favorito en todo el mundo. Similar a una tortilla, pero con una preparación más esponjosa, la frittata se puede personalizar con una gran variedad de ingredientes. En esta receta, combinamos los guisantes frescos con menta para crear una versión fresca y ligera, ideal para cualquier comida del día.
El contraste entre los dulces guisantes y el toque refrescante de la menta convierte esta frittata en un plato perfecto para días cálidos o cuando se busca algo sencillo y sabroso. Además, la frittata es muy versátil y fácil de preparar, lo que la convierte en una excelente opción tanto para una comida rápida como para un brunch.
Para hacer esta deliciosa frittata con guisantes y menta, necesitarás los siguientes ingredientes:
Cocinar los guisantes: Si utilizas guisantes frescos, llévalos a ebullición en una cacerola con agua y una pizca de sal durante unos 3-5 minutos, o hasta que estén tiernos. Si usas guisantes congelados, simplemente descongélalos y escúrrelos bien. Reserva los guisantes para más adelante.
Picar la cebolla y la menta: Pica finamente la cebolla y la menta. Si decides añadir ajo, pica también el diente de ajo en trozos pequeños.
Batir los huevos: En un bol grande, bate los 6 huevos hasta que estén bien mezclados. Añade una pizca de sal, pimienta al gusto y, si lo prefieres, queso parmesano rallado para darle un toque extra de sabor.
Añadir los ingredientes frescos: Incorpora los guisantes cocidos y la menta picada a los huevos batidos, mezclando suavemente para que los ingredientes se distribuyan uniformemente.
Sofreír la cebolla: En una sartén grande y antiadherente, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Añade la cebolla picada y sofríela durante unos 3-4 minutos, hasta que esté tierna y ligeramente dorada. Si estás usando ajo, agrégalo a la sartén en este momento y cocínalo durante 1 minuto más.
Añadir la mezcla de huevo: Vierte la mezcla de huevo, guisantes y menta en la sartén sobre la cebolla sofrita. Asegúrate de que los ingredientes estén distribuidos uniformemente en la sartén.
Cocinar a fuego lento: Reduce el fuego a bajo y cocina la frittata durante unos 8-10 minutos, o hasta que los bordes comiencen a despegarse de la sartén y la parte inferior esté dorada. Es importante que cocines a fuego bajo para evitar que se queme la parte inferior.
Servir: Una vez cocida, retira la frittata del horno y deja que se enfríe ligeramente antes de cortarla en porciones. Sirve la frittata caliente o a temperatura ambiente.
Decorar: Decora la frittata con más hojas de menta fresca y acompáñala con una ensalada ligera de rúcula o espinacas frescas.
Una de las claves para obtener una frittata perfecta es cocinarla a fuego lento. Esto asegura que los huevos se cocinen de manera uniforme y que la frittata quede esponjosa y suave, sin que se queme por fuera.
El uso de ingredientes frescos, como los guisantes y la menta, realmente marca la diferencia en esta receta. Los guisantes aportan dulzura y un toque crujiente, mientras que la menta le da un toque fresco y aromático que eleva el sabor del plato.
Si quieres darle un giro a esta receta, puedes añadir otros ingredientes como espinacas frescas, queso feta o incluso rodajas de calabacín. La frittata es un plato versátil que se adapta a casi cualquier ingrediente que tengas a mano.
La frittata con guisantes y menta es deliciosa por sí sola, pero también puede acompañarse con una ensalada fresca o incluso pan tostado para una comida completa. Otra opción es servirla con una salsa ligera, como un pesto de menta o una vinagreta de limón.
Almacenamiento: Si tienes sobras, puedes guardar la frittata en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 2 días. La frittata también es perfecta para preparar con anticipación y disfrutar como un almuerzo rápido.
Recalentado: Para recalentar la frittata, simplemente colócala en una sartén a fuego bajo o en el horno a 150°C durante unos minutos. También puedes disfrutarla fría, ya que conserva su sabor y textura incluso después de refrigerada.
La frittata con guisantes y menta es un plato ligero, lleno de frescura y perfecto para cualquier comida del día. Su preparación sencilla y los ingredientes frescos hacen de esta receta una opción deliciosa y versátil que seguro se convertirá en uno de tus platos favoritos. Ya sea para un brunch, un almuerzo ligero o una cena rápida, esta frittata será un éxito en tu mesa.
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